A los 74 años, el dia 19 de Enero a las 17 hs, el Señor en su preciosa carroza blanca, llevo a nuestro querido pastor Feliciano Ibarra a gozar con El de las moradas eternas. Fue una vida digna de imitar.Conocio al Señor en San jorge, Santa Fe, leyendo un nuevo testamento, que le habia sido regalado, solo en su habitacion pidio perdon por sus pecados, asi paso a ser parte de sus hijos.Dedicado desde muy joven, a que otras personas conocieran a nuestro Rey, recorría los campos aledaños a la Iglesia de San Jorge, donde se congregaba, en bicicleta enseñando, testificando como habia cambiado su vida el Señor. En una reunión de Asociaciones de Iglesias Bautistas, conoció a quien sería su esposa y compañera, Lucia Turrisi, con la quien contrae enlace y forma su familia compuesta por sus hijos: Eduardo, Marta y Sergio, radicandose en Rafaela.La vida lo llevo por distintas provincias, recalando en Mendoza donde fue encargado del anexo de Maipú hasta que se constituyó en iglesia, alli sintio el llamado del Señor para prepararse en el Seminario Teoógico Bautista en Bs.As., regresando a Rafaela donde fue ordenado al pastorado, desempeñandose durante 5 años.Luego el Departamento de Accion Comunitaria de la CEBA lo convoca para hacerse cargo del Hogar Bautista Infantil de Esperanza, actividad que realizo por 11 años. Posteriormente se hace cargo como director y administrador del Hogar de Niños Norberto Haase en Alem Misiones, durante 10 años, regresando en los albores de su jubilación como pastor ad-honorem de la 1º Iglesia Evangélica Bautista de Esperanza. Durante 9 años compartío su pastorado con una cruel enfermedad, la que sobrellevo con hidalguía, nunca se entristeció, a pesar de la carga, podemos destacar, su alegria, su buen humor, su integridad, su espiritualidad y su Ética. Damos Gloria a Dios por su vida, la cual servira de inspiracion a todos quienes lo conocimos.
El Pastor Rogelio, en el culto de despedida de sus restos tuvo el siguiente mensaje:
LUCAS 8.22
Esta frase de JESÚS es el comienzo de un relato que resulta ser una clara figura o semejanza de lo que es la muerte.
Aquí se narra que los discípulos, junto a JESÚS, partieron con la barca para cruzar al otro lado del lago de donde estaban.
Se remarca la serenidad y confianza de JESÚS, quien se duerme durante la travesía.
Mientras tanto, entre los discípulos, al poco rato cunde la desesperación, por temor a la tempestad que se les vino encima. Para ellos de ninguna manera era un cruce fácil. Es más, se les aparecía como imposible. Pero atinan a recurrir a JESÚS: lo llaman. Entonces el SEÑOR, con una sola orden, restablece la calma, la confianza, tanto en los elementos meteorológicos como en Sus discípulos, mostrando Su poder que gobierna todo en absoluto.
Todo se inició cuando JESÚS expresó el deseo, o la invitación, quizá una orden: “Crucemos al otro lado del lago”... “Pasemos al otro lado”...
Y la muerte es pasar al otro lado de esto que conocemos.
El querido Pr. Feli pasó al otro lado. Se nos adelantó. Pudo hacerlo con paz y esperanza porque JESÚS estaba con ÉL. No fue al azar, ni a la deriva, sin destino: Existe “otro lado”.¡Qué consuelo fluye de esta certidumbre!
Aquí abajo encontramos tempestades, dificultades, una lucha dura y empedernida contra los elementos que se oponen a nuestra vida. Aun los vínculos familiares rotos, la muerte, la tumba. Pero del otro lado, en la presencia de DIOS, está el reposo, la plena luz, el cielo sin nubes, radiante.
